Hola, esto es WiP (Work in Progress) una Newsletter donde cada quincena te hablaré de multitud de temas unidos por un eje central: el aprendizaje continuo.
Este post está basado en el artículo de Tim Urban Taming the Mammoth: Why You Should Stop Caring What Other People Think publicado en su blog Wait But Why.
No importa de qué cultura seamos, todos compartimos una obsesión irracional por lo que otra gente piensa de nosotros.
Para entender esto, tenemos que remontarnos a la prehistoria.
En el pasado, pertenecer a la tribu podía marcar la diferencia entre vivir o morir. Ser socialmente aceptado era una necesidad. Lo era todo. Si la tribu te daba de lado, tenías los días contados.
Es por esto que los humanos hemos evolucionado con esta obsesión por lo que los demás piensen de nosotros. Hemos desarrollado una necesidad por la aprobación social y un miedo atroz a no ser aceptados.
A esta parte de nosotros obsesionada con la aprobación social es a lo que Tim llama el Mamut de Supervivencia Social.
El caso es que mantener al Mamut bien alimentado a base de aprobación social y controlando su pánico a la no aceptación era algo que funcionaba bien en el pasado. Pero ahora es un lastre y no nos crea más que problemas.
Este miedo al rechazo social juega un papel muy importante en las vidas de la mayoría de las personas. Es por lo que mucha gente no hace lo que en realidad le apetece, o le gustaría hacer, por si les hace parecer “raros” a ojos de los demás.
Y ya no es sólo eso. Es que encima, a este Mamut, hay que darle de comer. Se nutre de cosas como palmaditas en la espalda, la aprobación de los demás y la sensación de estar en el lado correcto de cualquier dicotomía social o moral.
Lo que quiere el Mamut, por encima de todo, es encajar. Está programado para eso. Él mira a su alrededor y se imagina qué es lo que se supone que tiene que hacer, y cuando da con ello, se tira de cabeza a hacerlo. No importa si eso es lo que en realidad te hace feliz o no. Lo importante es encajar en la sociedad.
Hay veces en las que el Mamut está más interesado en satisfacer al Titiritero que a la sociedad. Según explica Tim, el Titiritero es la persona, o grupo de personas, cuya opinión es tan importante para ti que, en realidad, es quien dirige tu vida. Puede ser un familiar, tu pareja, alguien de tu grupo de amistades o incluso alguien a quien en realidad no conoces en persona, pero aun así, su opinión es tan importante para ti que las decisiones que tomes en tu vida, tus opiniones y hasta tu moralidad estarán sujetas a sus movimientos de hilos.
Mantener al Mamut tranquilo y contento necesita de tanta dedicación que acabamos por descuidar otra parte de nosotros de vital importancia, lo que Tim denomina tu Auténtica Voz (AV).
Tu AV lo sabe todo de ti. Ella sabe cómo te sientes en el fondo sobre cosas como el dinero, tu trabajo, la familia y la pareja. Sabe qué personas, temas de interés y actividades realmente te gustan y cuáles no. No sabe cómo debería ser tu vida, pero suele saber cuál debería ser el siguiente paso que debes dar.
El caso es que el Mamut le presta atención a cualquier persona antes que a tu AV. Y, claro, llevamos tanto tiempo haciendo lo que dice el Mamut que la voz de nuestra AV cada vez ha ido perdiendo más fuerza.
En el pasado esto daba igual, se podía mantener a raya a nuestra AV sin problema. Pero hoy en día, no hacerle caso nos puede crear muchos problemas. Si no sabes quién eres en realidad, estás dando todos tus pasos basándote en el desfasado mecanismo de toma de decisiones de tu Mamut.
Perder el contacto con tu AV te hace muy frágil, porque tu identidad está construida sobre la aprobación de los demás. Ser criticado o rechazado te hará daño de verdad.
Suena a cliché , pero si quieres mejorar las cosas no te queda otra: Encuéntrate a ti mismo.
Y ya de paso debes conseguir domar al Mamut. No te intentes deshacer de él porque eso es imposible. Pero date cuenta de que en realidad es una parte de ti muy básica y de que sus miedos son completamente irracionales.
Algunas ideas que te pueden ayudar a poner al Mamut en su sitio y conseguir que deje de darte la lata:
La gente está ocupada con su vida y no está centrada en lo que haces o dejas de hacer. Por tanto, quítate esa sensación de que todo el mundo está pendiente de ti.
No intentes complacer a todo el mundo. En un grupo pequeño podrías conseguirlo, pero en la sociedad actual, en la que interactuamos con tantas personas, es imposible. Así que olvídate.
Que te rechacen, te miren por encima del hombro o te critiquen, en realidad, no tiene consecuencias tan importantes para ti. Ya no estamos en la prehistoria. No necesitas pertenecer a la tribu para sobrevivir.
La gente que se dedica a juzgar no pintan nada. Este tipo de personas se dedican a juntarse con otros como ellos y a juzgar como malo todo aquello que le rompe los esquemas o no le cuadra en su visión de cómo debería ser la vida. Al final con esos juicios sólo están dándoles de comer a sus propios Mamuts.
No eres una mala persona por no cumplir los deseos de las personas que te quieren. No eres mala persona por ser tú misma. Si de verdad te quieren te aceptarán como eres. Si no, lo mejor es ignorarlas.
Y ya, para rematar, un poco de perspectiva.
Recuerda que vivimos en la Tierra, un puntito dentro de un vasto universo. Así que, ¿Qué más da?
Acuérdate del memento mori de los estoicos.
Tú y todos cuantos conoces vais a morir, tarde o temprano. Así que vive la vida que realmente quieres vivir.
Nos vemos la próxima semana.
Gracias por leer WiP.
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